sábado, 12 de marzo de 2011

Escultura Romana IV (Retratos)

Escultura de los retratos durante la época de los Flavios s. I
Este periodo constituye un momento de esplendor en el que se vuelve al realismo, pero distinto al de la República. Ahora se intenta personificar los rasgos pero sin acusarlos. El busto se va haciendo más largo, recogiendo hombros y pectorales. El peinado se abulta y los rizos se hacen más amplios, por tanto, se acentúan los claroscuros y hay más movimiento, que se ve reforzado porque la cabeza comienza a girar. Julia, hija de Tito, va a imponer peinados altos muy llamativos.
Retrato de Calígula
Tiene la boca cerrada, sin suavidad. El cabello sigue las pautas anteriores, aunque los mechones cada vez son más numerosos y minuciosos.

Retrato de Domiciano
Aparece sonriente y con aspecto bonachón. Gira la cabeza. El cabello es similar.


Escultura romana y el retrato de los siglos II y III
La escultura romana de este periodo tiende a un progresivo barroquismo. El pelo se esculpe más largo y separado de la cabeza, con rizos muy abultados, barba. Todo ello hace expresar un gran movimiento
Es en este momento, desde Adriano, cuando se empiezan a tallar los ojos. En algunas figuras, como Antinoo, se ve un idealismo que recuerda al mundo griego. Faustina aparece peinada con raya al medio en el que el pelo cae formando ondas muy suaves y se recoge en la nuca o sobre la cabeza formando un moño.
Retrato de Adriano
Es obra del siglo II. Los ojos están tallados y no policromados, lleva barba y el pelo está muy marcado, muy separado de la cabeza, largo y trabajado con el trépano con mucha delicadeza. En el busto lleva una medusa.


Retrato de ANTINOO
Antinoo era el preferido de Adriano que murió por el emperador. Se trata de una escultura muy idealizada, por lo que se llegó a confundir con Apolo. Lleva el pelo largo, abultado y con movimiento. Los ojos están tallados. El retrato es de cuerpo entero.

Retrato de MARCO AURELIO
Obra también del siglo II, pero algo posterior. Cumple las mismas características, con la barba larga, el pelo muy abultado y los ojos tallados. La tela también tiene importancia.
Retrato de Caracalla
Es un retrato del siglo III. Caracalla fue un emperador de carácter violento, fuerte y altanero; caracteres que quedan reflejados en su escultura. La cabeza está totalmente girada.


El retrato romano en el siglo IV
En este periodo avanzado del arte romano, los retratos se deshumanizan. Se pierde la preocupación por hacer retratos que se acerquen al hombre. Se tiende a una esquematización que aleja al emperador de la sociedad. Por tanto, su escultura se puede considerar "anti-clásica". Las facciones son desproporcionadas y con una talla muy dura. Tal evolución se aprecia perfectamente en las representaciones de Constantino, que es el emperador más representado. Este retrato tardorromano anticipa la escultura bizantina.
Retrato de Constantino
Se trata de la cabeza de una escultura de cuerpo entero que se conserva fragmentada y que tenía grandes dimensiones. Constantino aparece imberbe y tiene el pelo pegado a la cabeza, los mechones son meras líneas. Los ojos son grandes, desorbitados y desproporcionados.

Manuel Chourio Sección 2 EES.

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